El poder y los conflictos en los canales de distribución son aspectos integrales de la dinámica de relaciones entre fabricantes, intermediarios y minoristas involucrados en llevar un producto al consumidor final. El poder en este contexto se refiere a la capacidad de un miembro del canal para influir en otro de manera que sirva a sus intereses.

Los fabricantes suelen tener poder a través de su control sobre la producción, la reputación de la marca y la disponibilidad de productos deseables. Sin embargo, pueden surgir conflictos cuando los distribuidores o minoristas que controlan el acceso al consumidor final buscan mejores términos o condiciones más favorables. Estos conflictos a menudo giran en torno a la fijación de precios, la promoción o la exclusividad de distribución.

Por otro lado, los minoristas pueden ejercer poder en los casos en que tienen una marca fuerte o representan una parte importante de las ventas de un fabricante. Pueden exigir condiciones favorables o exclusividad, lo que influye en las estrategias del fabricante.

Equilibrar el poder y resolver conflictos es crucial para la eficiencia del canal. La comunicación eficaz, el entendimiento mutuo y el establecimiento de acuerdos claros pueden ayudar a mitigar los conflictos. Los miembros del canal también pueden utilizar estrategias de negociación, colaboración o coerción para mantener o cambiar la dinámica de poder.