10.6 : Contracción en el hormigón

La contracción del hormigón se debe principalmente a la pérdida de agua por evaporación, hidratación del hormigón o carbonatación, lo que provoca una reducción del volumen. La contracción volumétrica produce una deformación volumétrica en el hormigón. Sin embargo, en la práctica, la contracción se mide como deformación lineal, que es un tercio de la deformación volumétrica.

Cuando el hormigón se encuentra aún en estado plástico, puede sufrir una disminución de volumen de aproximadamente el 1% de su volumen absoluto. Esta disminución se conoce como contracción plástica. Se produce por la evaporación del agua de la superficie del hormigón o por su absorción por el hormigón subyacente. El American Concrete Institute especifica que se deben evitar tasas de evaporación superiores a 0,25 kg/h/m^2 para prevenir el agrietamiento plástico. Además, el contenido de cemento del hormigón es directamente proporcional al grado de contracción plástica experimentado; las mezclas con mayor contenido de áridos presentan una contracción plástica menor.

Incluso sin transferencia de humedad del entorno, el hormigón puede experimentar retracción autógena, especialmente en las variantes de alto rendimiento, aunque es mínima en el hormigón ordinario. Esto se debe a las tensiones de compresión internas ejercidas sobre los productos de hidratación debido a la pérdida interna de agua a medida que el hormigón se hidrata, y no al secado externo.