7.9 : Naturaleza de los costes en el largo plazo

En el corto plazo, los costes pueden clasificarse en fijos o variables. Los costes variables fluctúan con el nivel de producción o actividad de servicios, y pueden incluir los salarios de los trabajadores por hora y los costes de las materias primas. La cantidad de estos insumos debe aumentar para suministrar una mayor cantidad de servicios, lo que los convierte en la fuente de los costes variables de corto plazo.

Por el contrario, los costes fijos son aquellos que no cambian con el nivel de producción. Por ejemplo, los compromisos contractuales relacionados con un arrendamiento a largo plazo de su fábrica y equipo pesado de producción pueden no ser modificables. Esta falta de flexibilidad para realizar ajustes hace que las empresas consideren que estos costes son fijos en el corto plazo y no cambian con la producción de la empresa.

Sin embargo, si la empresa prevé un crecimiento a largo plazo, puede comprar una mayor superficie de fábrica o comprar más maquinaria pesada una vez que expiren los compromisos adquiridos en virtud de los contratos de arrendamiento existentes. Esta flexibilidad en cuanto al tamaño de la fábrica y la cantidad de maquinaria pesada genera costes que aumentarán con la mayor producción prevista. Esto ilustra cómo las fuentes de costes que antes se consideraban fijas a corto plazo pasan a considerarse variables a largo plazo.

Además, ilustra que la diferencia entre los períodos de tiempo de corto y largo plazo no es un intervalo de tiempo fijo en el calendario, sino el tiempo que necesita la empresa para ejercer una flexibilidad total a la hora de determinar la cantidad de insumos que define la diferencia entre las consideraciones de costes de corto y largo plazo.

Muchos de los artículos que utiliza una empresa pueden obtenerse en los mercados de alquiler de capital. Una empresa puede alquilar artículos como maquinaria, equipo, software y espacios comerciales en estos mercados en lugar de comprarlos directamente. Esto también le permite a la empresa acceder a las últimas tecnologías o instalaciones sin comprometer grandes sumas de dinero.